Hecharle la culpa de nuestros actos a cualquier situación y/o cosa es una postura que a menudo realizamos.
Ser infieles, llamar a una ex pareja, dar una mala contestación a un amigo o un familiar e incluso delitos fuertes como violación, etc., son ejemplos de las cosas en donde el problema no es el alcohol, si no nosotros mismos.
En busca de respuestas más contundentes a este dilema, un estudio realizado por un equipo de psicólogos de la Universidad de Bradford, concluye que meramente el alcohol afecta a la empatía de la persona, no la moralidad.
Para realizar el experimento, dividieron a varios voluntarios en tres grupos: El primer grupo consumió un placebo, sin alcohol , el segundo consumió una dosis baja de alcohol y el tercero sí consumió bastante cantidad de alcohol. Todos ellos tuvieron que realizar pruebaspara medir su empatia antes y después de tomar.
Durante un ejercicio de realidad virtual, se simuló una situación en la que se ve un tranvía desbocado, que se dirige hacia cinco trabajadores que no pueden oírlo. La situación para el participante era hacer la decisión entre salvar a los trabajadores que no esperan el tren, o ,aventar a una persona que bloquearía el paso del vehículo y moriría pero salvaría a las otras 5 personas.
En el desarrollo del ejercicio, la mayoría de participantes escogieron las mismas situaciones como resultado sin importar el estado de ebriedad que tuvieran, es decir, escogían las mismas respuestas antes de tomar alcohol y después de tomar alcohol
Así pues, demostraron que ingerir bebidas alcohólicas en exceso no es un determinante para factores morales o empáticos.