Telcel ha anunciado su intención de impugnar las recientes medidas que le prohíben imponer plazos forzosos en sus contratos y el bloqueo de dispositivos móviles. Esta decisión de las autoridades busca proteger a los consumidores, permitiéndoles mayor libertad al momento de elegir y cambiar de proveedor sin restricciones.
La compañía argumenta que estas regulaciones limitan sus prácticas comerciales y afectan la dinámica de sus servicios de telecomunicaciones. Según Telcel, los contratos a plazo fijo son una forma de asegurar compromisos con el cliente y garantizar la calidad del servicio.
Por otro lado, las autoridades defienden que estas medidas responden a quejas frecuentes de los usuarios sobre la imposibilidad de cambiar de compañía sin incurrir en sanciones o dificultades técnicas. Al eliminar los plazos forzosos, los consumidores podrán tomar decisiones basadas en la calidad del servicio sin estar atados a compromisos contractuales prolongados.
El conflicto entre Telcel y las autoridades podría tener un impacto significativo en el mercado de telecomunicaciones en México, donde cada vez se demandan más derechos para los consumidores.