Este miércoles, el Kremlin declaró que, tras el corte de suministros de gas ruso a Polonia y Bulgaria, también interrumpirán los envíos para otros países si éstos no aceptan el nuevo mecanismo de pago en rublos.
«Conforme se acerque el tiempo de pago y si los consumidores rechazan el nuevo sistema de pago, el decreto presidencial será implementado», dijo el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Por su parte, los líderes de Polonia y Bulgaria acusaron a Moscú de utilizar el gas natural como chantaje, luego de que Gazprom, controlado por el gobierno de Rusia, anunciara repentinamente que cortaría el suministro a las dos naciones.
Al respecto, Peskov negó que la interrupción de los suministros sea un chantaje.
«No se trata de ningún chantaje (…) Estamos categóricamente en contra de esa afirmación”, aseguró.
Agregó que se les avisó con anticipación a los países europeos de que Rusia pasaría a un nuevo sistema de pago en respuesta a sanciones comunitarias a Moscú y el bloqueo de los fondos del país en el extranjero.