El Papa Francisco defendió su decisión de permitir la bendición de parejas del mismo sexo o en “situación irregular”, una medida que ha generado recelos entre el sector más conservador de la Iglesia. Además, afirmó que no tiene en mente renunciar a su cargo. En una entrevista al programa italiano “Che tempo che fa”, el Papa respondió a preguntas sobre una eventual renuncia, siguiendo el ejemplo de su predecesor, Benedicto XVI.
El pontífice expresó que mientras se sienta capaz de servir, seguirá adelante, y solo considerará la renuncia cuando ya no pueda más. Esta declaración surge en un contexto donde ha habido especulaciones sobre su salud y el futuro de su papado.
En la entrevista, el Papa también abordó la declaración del 18 de diciembre de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que aprobó la posibilidad de bendecir a parejas homosexuales o “irregulares”. Esta medida no implica una justificación o equiparación al matrimonio, pero sí representa un paso significativo en la inclusión dentro de la Iglesia.
El documento ha generado controversia, especialmente entre el clero africano, donde la homosexualidad es perseguida en muchos países. El cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, prefecto de la Congregación, ha tenido que matizar que se trata de una bendición espontánea y no litúrgica o ritual, y que depende de la cultura de cada zona.
El Papa Francisco enfatizó que la Iglesia debe acoger a todos y no condenarles desde el principio. Además, expresó su preocupación por las guerras en Ucrania y Rusia, y entre Israel y las milicias de Hamás en la Franja de Gaza, denunciando el negocio de las armas detrás de estos conflictos.