Incendios Forestales en México: Una Crisis Ambiental que Afecta al Paìs

México enfrenta una crisis ambiental sin precedentes con 95 incendios forestales activos en 18 estados del país. La magnitud de esta catástrofe es tal que, a pesar de los esfuerzos de 3,049 brigadistas y el apoyo de seis equipos aéreos en estados como Nuevo León, Jalisco, Michoacán, Hidalgo, Estado de México y Veracruz, la batalla contra el fuego parece interminable. En el Estado de México, por ejemplo, se reportan 11 incendios en diversas localidades, evidenciando la gravedad de la situación.

La Ciudad de México no ha quedado exenta de las consecuencias de estos incendios. La calidad del aire en la capital se ha visto severamente afectada, al punto de emitirse avisos por el «olor a quemado» y la reducción de la visibilidad debido al humo arrastrado por el viento. Las condiciones meteorológicas actuales, caracterizadas por una baja velocidad del viento y una dirección indefinida, han propiciado el estancamiento del humo, exacerbando el problema.

La contaminación del aire ha alcanzado niveles críticos en zonas como Tlalnepantla y Azcapotzalco, con «muy mala calidad de aire» reportada a las 9:00 AM del 27 de marzo. Esta situación pone en riesgo la salud de la población, especialmente de niños y adultos mayores, quienes se ven obligados a evitar actividades al aire libre y buscar atención médica ante cualquier síntoma. La posibilidad de activar una contingencia fase I por PM2.5 es inminente si los niveles de contaminantes continúan en aumento.

Para prevenir futuros incendios forestales, se recomienda evitar arrojar basura, materiales inflamables y objetos encendidos en carreteras y caminos; no tirar vidrios, botellas u otros materiales combustibles; abstenerse de encender fogatas; extinguir completamente cualquier resto de fogata con agua y tierra; y evitar el uso de maquinaria y el tránsito de vehículos que emitan chispas en terrenos forestales.

Hasta la fecha, la Comisión Nacional Forestal ha logrado liquidar 31 incendios, afectando 1,677 hectáreas en todo el país, incluyendo áreas naturales protegidas. La situación es un llamado urgente a la acción y la conciencia ambiental, recordando a la población la importancia de reportar cualquier incendio y nunca intentar apagarlo por cuenta propia.