Ante el riesgo de enfermarse de COVID-19, es probable que muchas personas eviten encuentros sexuales casuales o espontáneos, pero de tenerlos deberán extremar medidas de higiene y prevención, dijo Nélida Padilla, académica de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM.
“El COVID-19 no es una enfermedad de transmisión sexual, pero debe considerarse que sí se adquiere mediante la saliva, por lo que los besos son una fuente importante de contagio. Además, al estar muy cerca de una persona nos exponemos a los fluidos que emite al hablar, toser o estornudar”, explicó la sexóloga.
Nélida Padilla resaltó que para disfrutar de la sexualidad no siempre se requiere de alguien más. “El confinamiento ha sido una oportunidad para muchos de experimentar otros aspectos de su vida sexual”.
Aclaró que el disfrute va más allá de la práctica erótica, también se puede gozar de una lectura que brinde plenitud y bienestar, de alguna actividad artística, o compartir con amigos y familiares mediante las redes sociales.
Finalmente, reiteró que para evitar contagios, además de usar preservativo y láminas de látex, se deben lavar las manos antes y después de cualquier relación sexual, no tener este tipo de contacto con personas recién conocidas, y usar responsablemente las redes sociales para el intercambio erótico.