El «súper peso» mexicano, que ha mostrado una fortaleza notable en los últimos meses, podría enfrentar una devaluación, según advierten diversos analistas financieros. Este escenario se vislumbra debido a una serie de factores tanto internos como externos que están ejerciendo presión sobre la moneda mexicana.
En el contexto global, la reciente decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de mantener su política de aumento de tasas de interés ha fortalecido al dólar, generando incertidumbre en los mercados emergentes. Este incremento en las tasas de interés estadounidenses tiende a atraer capitales hacia activos en dólares, debilitando así a otras monedas, incluido el peso mexicano.
Internamente, los analistas señalan que el panorama económico de México presenta ciertos retos. La inflación sigue siendo una preocupación, y aunque el Banco de México ha tomado medidas para controlarla, los efectos aún se sienten en la economía. Además, las tensiones políticas y las decisiones de política económica del gobierno actual generan nerviosismo entre los inversionistas.
El tipo de cambio, que había llegado a niveles históricamente bajos, comenzó a mostrar señales de debilidad. A mediados de semana, el peso perdió terreno frente al dólar, cerrando en 17.10 pesos por dólar. Esta tendencia ha llevado a algunos especialistas a prever que la moneda mexicana podría seguir depreciándose si las condiciones actuales persisten.
A pesar de estas advertencias, el gobierno mexicano, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se mantiene optimista respecto a la economía del país. Las autoridades financieras aseguran que México cuenta con fundamentos sólidos y con reservas internacionales suficientes para enfrentar posibles choques externos.