Después de que hace unos días, YouTube anunciara que no permitiría contenido antivacunas, ahora la plataforma también prohibirá el contenido que niegue la existencia del calentamiento global.
Según una entrada en su blog, los anunciantes ya no quieren que sus anuncios se sigan mostrando en videos que aseguran que el calentamiento global no existe, por lo que la plataforma ha decidido ceder ante estas preocupaciones, y quitar la monetización a sus creadores.
Esto incluye contenido que se refiere al cambio climático como un engaño o estafa, afirmaciones que niegan que las tendencias a largo plazo muestren que el clima global se está calentando y afirmaciones que niegan que las emisiones de gases de efecto invernadero o la actividad humana contribuyan al cambio climático.
La plataforma asegura que al evaluar el contenido en contra de esta nueva política, miraran cuidadosamente el contexto en el que las declaraciones son hechas, diferenciando entre el contenido que establezca una declaración falsa como hecho, y el contenido que reporta o discute acerca de dicha declaración.
No obstante, el sitio de videos seguirá permitiendo anuncios y monetización en otros tópicos relacionados con el clima, incluyendo debates públicos sobre políticas climáticas, los variados impactos del cambio climático, nuevas investigaciones y más.
Al igual que ocurrió en el caso de las vacunas, YouTube consultó fuentes autorizadas en el tema de la ciencia climática para la creación de esta política y sus parámetros, incluyendo expertos que han contribuido a los informes de evaluación del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas.
«Esta nueva política no sólo nos ayudará a fortalecer la integridad de nuestro ecosistema publicitario, sino que también se alinea fuertemente con el trabajo que hemos realizado como empresa durante las últimas dos décadas para promover la sostenibilidad y enfrentar el cambio climático de frente», aseguran en el blog.
Para poder hacer cumplir esta política, y similar a lo que se hace con otras, se utilizará una combinación de herramientas automatizadas y revisión humana, y está previsto que entre en vigor a partir del mes de noviembre.