Donald Trump aprovechó la renuncia de Justin Trudeau como Primer Ministro de Canadá para sugerir la anexión del país al territorio estadounidense. En su habitual tono provocador, señaló que esta propuesta fortalecería a ambos países económica y políticamente.
La idea ha generado fuertes críticas en Canadá, donde ciudadanos y líderes políticos calificaron el comentario como una falta de respeto. Incluso en Estados Unidos, expertos consideran que estas declaraciones son más una estrategia de campaña que una intención real.
Este tipo de comentarios refuerzan la imagen de Trump como un líder polémico que no teme tocar temas sensibles para captar atención mediática. Analistas destacan que este discurso busca consolidar el apoyo de sectores ultranacionalistas.
Mientras tanto, la renuncia de Trudeau abre un nuevo capítulo en la política canadiense, donde el país se enfrenta a desafíos internos e internacionales.