Donald Trump, exmandatario estadounidense y posible candidato republicano para las elecciones de 2024, expresó recientemente su descontento sobre la procedencia de los migrantes que llegan a Estados Unidos. En un evento de recaudación de fondos en Florida, lamentó que los migrantes no provengan de países que él considera «agradables», como Dinamarca o Suiza, en lugar de naciones con problemas económicos y sociales.
Durante su discurso, que duró aproximadamente 45 minutos, Trump no solo se refirió a los migrantes en términos generales, sino que específicamente criticó a aquellos que vienen de México, Centroamérica y Sudamérica, sugiriendo que muchos de ellos son delincuentes. Esta declaración ha generado polémica, recordando sus anteriores comentarios sobre los países «de mierda» durante su presidencia.
Trump también apuntó contra las políticas migratorias de Joe Biden, el actual presidente y su rival en la contienda electoral. Calificó la estrategia de Biden como fallida y se burló de su administración, que, según él, ha permitido un incremento en la migración ilegal y potenciales amenazas de delincuencia.
Además, Trump hizo comentarios apocalípticos sobre el futuro de Estados Unidos bajo la administración de Biden, sugiriendo que las próximas elecciones podrían ser las últimas si no se manejan de manera adecuada. Estas declaraciones han alimentado el fuego en un ya polarizado ambiente político estadounidense.
Finalmente, con miras a las elecciones de 2024, Trump parece estar utilizando el tema de la migración como uno de los pilares de su campaña para movilizar a su base electoral. Estas declaraciones son parte de una estrategia que busca maximizar el apoyo entre los votantes preocupados por la seguridad y la identidad nacional.