Con el respaldo de Morena y sus aliados, la Cámara de Diputados aprobó anoche en lo general una reforma constitucional que busca recuperar el papel de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como empresas públicas del Estado. Esta reforma también establece la preponderancia de la CFE sobre las empresas privadas en el mercado eléctrico nacional.
La bancada mayoritaria explicó que esta reforma revierte la aprobada en diciembre de 2013 durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Además, se anunció que en un próximo paquete de cambios legales se regulará y garantizará la inversión privada en el sector eléctrico, limitando su participación al 46%, mientras que el 54% restante será reservado exclusivamente para la CFE. El dictamen fue aprobado con 353 votos a favor y 122 en contra. El pleno revisó 260 reservas, de las cuales solo se aceptó una, que suprime la exclusividad del Estado en la transición energética y permite la participación privada, además de priorizar la comunicación vía ferrocarriles de carga y pasajeros.
Ante las críticas del PAN y empresarios de MC sobre la afectación de derechos adquiridos en inversiones privadas, la diputada Gricelda Valencia de la Mora respondió que no se trata de un ataque al capital privado, sino de una oportunidad para equilibrar el mercado y permitir que las empresas públicas compitan en igualdad de condiciones.
Durante el debate, PAN y PRI advirtieron que cambiar el estatus de Pemex y CFE a empresas públicas implicará un costo fiscal por asumir la deuda de ambas. Indicaron que la deuda de Pemex asciende a 101 mil millones de dólares. El coordinador del PT, Reginaldo Sandoval, señaló que la deuda de Pemex ha disminuido desde los 131 mil millones de dólares en 2018 y acusó que la reforma de 2013 buscaba beneficiar a privados extranjeros con activos de la empresa.
El debate fue intenso y no estuvo exento de momentos ríspidos. La presidenta de la Comisión de Energía, Rocío Abreu, defendió la reforma y calificó de ignorante a la oposición. Josefina Gamboa (PAN) recordó a Abreu que en 2013, como priísta, votó a favor de la reforma de Peña Nieto, a lo que Abreu no respondió.