Las remesas hacia México, vitales para la economía del país, han registrado un crecimiento del 3.1% en enero de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior, alcanzando los 4,575 millones de dólares. Este incremento marca casi cuatro años consecutivos de alzas, según informó el Banco de México (Banxico), destacando la importancia de estas transferencias como una de las principales fuentes de divisas nacionales.
Este fenómeno no es nuevo; las remesas han subido por 45ª vez consecutiva desde mayo de 2020, manteniendo una tendencia alcista que culminó en 2023 con un récord anual de 63,313 millones de dólares. Este flujo constante de dinero, proveniente en su mayoría de Estados Unidos, refleja no solo la fortaleza de la diáspora mexicana sino también su impacto significativo en la economía mexicana.
A pesar de un leve descenso del 0.7% en el número de operaciones en enero de 2024, con 11.8 millones de transacciones, el monto promedio por envío experimentó un aumento del 3.9%, situándose en 389 dólares. Este cambio sugiere una mayor capacidad económica de los emigrantes para apoyar a sus familias en México, a pesar de las fluctuaciones en la cantidad de transacciones.
México se posiciona como el segundo país a nivel mundial en recepción de remesas, una distinción que subraya la importancia de estos flujos monetarios. Sin embargo, esta fuente de ingresos también ha sido objeto de escrutinio debido a preocupaciones sobre su posible uso en actividades ilícitas, como el lavado de dinero por parte de cárteles de droga.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido en múltiples ocasiones el valor de los casi 40 millones de mexicanos en Estados Unidos, a quienes ha llamado «héroes» por su contribución económica, beneficiando aproximadamente a 10 millones de familias pobres en México. A pesar del aumento en las remesas, el BBVA señaló que su proporción respecto al PIB nacional disminuyó ligeramente en 2023, una variación atribuida al fenómeno del ‘superpeso’ y la apreciación de la moneda mexicana.