Una nueva reforma eléctrica es promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que el 30 de septiembre presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de tres artículos para «fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y darle el manejo de 54 % del mercado», sin embargo el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) asegura que podría ser frenada en los tribunales debido a los amparos que diversas empresas han promovido por que podrían salir afectadas.
Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo afirmó que si el Congreso mexicano aprueba la reforma se entraría en un proceso de judicialización ya que se entrevé desconocimiento y cancelación de los contratos hoy vigentes en este sector.
«En México no puede aplicar una ley en retroactivo y los contratos e firmaron en función de una cierta regulación y una cierta normativa, por lo que cambiarlos o cancelarlos evidentemente va a acabar siendo una discusión en el Poder Judicial.»
Salazar argumentó que la reforma eléctrica de Andrés Manuel intenta modificar los artículos 25y 27 de la Constitución. Incluso interfiere con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica pues violenta el artículo 14.8 del T-MEC ya que prohíbe la expropiación directa o indirecta de inversiones de empresas canadienses o estadounidenses.
Si con la reforma, México incumple este artículo tendría que compensar el daño ya sea, abriendo la inversión privada de otros sectores o pagando aranceles por no respetar las reglas de inversión del acuerdo comercial.
La Asociación Mexicana de Energía (AME) mandó un comunicado asegurando que las modificaciones pueden poner «en riesgo la posibilidad de que los mexicanos accedan a energía más limpia y a precios más accesibles».
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), indicó que esta reforma le cerraría las puertas a una sana competencia y generaría «desabasto, apagones y tarifas cada vez más caras para las familias mexicanas».
Greenpeace México, felicito que un punto de la reforma sea el devolverle a la nación la potestad de los recursos naturales como el litio, pero aseguró que sería un «grave error y un retroceso» que se le otorgue al Estado la exclusividad para generar electricidad.
López Obrador cree que esta reforma es lo que más le conviene al país ya que es conveniente para todos aunque en este momento su propuesta no puede ser aprobada debido a que no cuenta con los votos necesarios en el Congreso. Ahora su partido debe buscar alianzas para lograr la aprobación.
La CCE informó que la reforma eléctrica provocará:
Aumentos de 10 % a 100 % en las tarifas que pagan los consumidores pues obligaría a que las empresas encarezcan los productos y servicios que se consumen en México.
Costos altos en la generación de la electricidad, duplicando el gasto que realizan las empresas privadas que generan electricidad y que son las que abastecen a un 46 % al país.
En las empresas privadas el costo de producción es de 700 pesos pero con la reforma seria de 1,403 pesos por megawatt la hora debido a que es el costo que maneja la CFE.
Mayor emisión de contaminantes ya que la CFE utiliza combustibles fósiles y carbón para generar electricidad. Además de que se anularía la energía limpia como la eólica o fotovoltaica ya que la CFE recuperaría el monopolio del sector.
Mayor riesgo de apagones en el país porque la CFE solo cuenta con una capacidad de reserva eléctrica de 15 % a 20 % cuando el país necesita del por lo menos el 30 % para que no existan cortes de luz en territorio mexicano.
En la mañanera de hoy López Obrador negó que esos fueran los efectos a largo plazo de su reforma.