Mandatarios de América, junto al presidente de Estados Unidos Joe Biden, desarrollarán un plan para frenar la migración irregular, así como gestionar el número récord de personas migrantes.
Esta iniciativa que lleva por nombre «Declaración de Los Ángeles», pretende otorgar incentivos a los países que acogen a una gran cantidad de migrantes, así como repartir esta responsabilidad en toda la región.
Según el borrador de esta declaración, se establece el compromiso de organizar bancos y donantes para evaluar los instrumentos de ayuda para las naciones que reciben a un gran número de migrantes; de igual manera el documento propone el impulso de la cooperación regional en materia de aplicación de la ley, intercambio de información, regímenes de visado y creación de empleos temporales.
El plan de migración forma parte de los esfuerzos de Joe Biden para hacer notar este problema como un desafío para todo el continente, por lo que pide a todos los países de la región, reforzar los sistemas de protección a los migrantes y amplíen sus vías legales.
En contraste, con la ausencia de los líderes de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, se ha especulado sobre dudas en cuanto a la eficacia de las políticas estadounidenses, así como cuestionamientos en la reafirmación de liderazgo que busca Estados Unidos y el contrarresto de la reciente huella económica por parte de China.