EUM20210710SOC33.JPG CIUDAD DE MÉXICO. Rain/Lluvia-CDMX.- 10 de julio de 2021. Aspectos del encharcamiento bajo puente de Eje 10 y autopista México-Puebla en la zona limítrofe entre la alcaldía Tláhuac y el Estado de México. Bomberos ayudaron con una balsa a trasladar a las personas. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/Armando Martínez/EELG

¿Por qué Chalco sigue inundado? Greenpeace tiene la respuesta

En algunos rincones del Valle de Chalco, el agua ha alcanzado alturas impresionantes de hasta metro y medio, dejando a su paso un panorama desolador. Cientos de familias, habitantes de más de 600 viviendas en Chalco de Díaz Covarrubias y Valle de Chalco, han visto cómo su patrimonio ha sido severamente dañado o incluso destruido por las inundaciones que azotaron la región desde el pasado 2 de agosto. Estas lluvias torrenciales, sumadas al colapso del sistema de drenaje, han desencadenado una crisis sin precedentes, reporta Greenpeace México.

Las consecuencias van mucho más allá de las pérdidas materiales. Desalojos, brotes de enfermedades e infecciones, olores pestilentes debido a las aguas residuales y la destrucción de vías de comunicación son solo algunas de las secuelas que enfrentan los habitantes. Además, el impacto en la salud mental y la creciente pobreza agravan aún más la situación. Desafortunadamente, este no es un fenómeno nuevo; eventos similares ocurrieron en los años 2000 y 2010 tras la ruptura del Canal de la Compañía, lo que evidencia un problema recurrente en la región.

Greenpeace México subraya que las inundaciones en Chalco no son solo un desastre aislado, sino un síntoma de problemas estructurales profundos vinculados al cambio climático y la mala gestión del agua. La organización alerta que “los impactos del cambio climático son cada vez más evidentes en todo el país”, y destaca cómo la alteración en los patrones de lluvia ha provocado periodos de sequía más prolongados y precipitaciones más extremas. Esto ha resultado en un aumento alarmante de días con lluvias intensas, que entre 1980 y 2018 pasaron del 6% al 9% anual, incrementando la vulnerabilidad de zonas como Valle de Chalco.

Ante esta situación, Greenpeace hace un enérgico llamado a reforzar los mecanismos de prevención, como las alertas tempranas y los protocolos de protección civil, para proteger a las poblaciones más vulnerables, como niños y ancianos. Además, insiste en la urgente necesidad de actualizar los “atlas de riesgo a nivel subnacional” para evaluar con precisión las vulnerabilidades y desarrollar políticas de adaptación efectivas.

La organización también critica la falta de recursos destinados a la adaptación al cambio climático, señalando que es imprescindible “contar con los recursos necesarios para implementar políticas de adaptación”, los cuales deberían estar disponibles en el Anexo Transversal 16 del presupuesto federal. Sin embargo, gran parte de estos fondos han sido desviados hacia el transporte de gas, en lugar de financiar medidas que podrían proteger a las comunidades más afectadas.

Otro aspecto crítico, según Greenpeace, es la rápida urbanización y la proliferación de asentamientos informales sin planificación adecuada, lo que agrava el riesgo de inundaciones. La organización sostiene que las recientes inundaciones en Chalco son parte de un problema mayor, ligado a la falta de una política integral de gestión del agua y el medio ambiente.

Finalmente, Greenpeace destaca la necesidad urgente de mejorar los servicios públicos, especialmente en lo que respecta al manejo de residuos sólidos. Señalan que al menos tres bloqueos en la red de drenaje fueron causados por 500 toneladas de basura, lo que exacerbó la magnitud de las inundaciones. Ornela Garelli, campañista de Océanos sin Plásticos de Greenpeace México, subraya que “el taponamiento de alcantarillas y las fallas en la red de drenaje”, agravadas por la gran cantidad de basura, empeoraron significativamente la situación.

En respuesta, Greenpeace hace un llamado a incrementar la inversión pública en sistemas de tratamiento de aguas residuales y en la captación de agua pluvial al subsuelo, y subraya la necesidad de enfrentar de manera urgente el problema de la deforestación y el crecimiento urbano desmedido, factores que han reducido la capacidad del suelo para absorber el agua de lluvia, exacerbando así los riesgos de inundaciones en Chalco.