Durante un juego de beisbol, un jugador recibió un terrible golpe de un paracaidista que no logró esquivarlo.
El fuerte impacto provocó que Mattingly Romanin cayera al suelo noqueado, por lo que algunos compañeros y el propio paracaidista se acercaron para auxiliarlo.
Romanin, de la Universidad Estatal de Chicago, tuvo la suerte de que el golpe no pasara a mayores, pero sin duda esto fue un hecho muy poco común en el deporte.