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MUJERES EN MOVIMIENTO

La movilidad tiene una relevancia preponderante en el desarrollo social de todo individuo, grupo social e incluso de una nación; actualmente la mitad de la población mundial vive en ciudades y con ello, las mujeres se están posicionado; integrándose rápidamente a la vida productiva buscando acceder a oportunidades de trabajo, estudio, salud y los beneficios que hay en la vida urbana, mostrando de este modo que la movilidad se ha convertido en el eje central de la prosperidad económica de las metrópolis.
La movilidad cotidiana de mujeres, involucran más de un viaje a lo largo del día, implican el cuidado personal, el cuidado directo a otras personas, la provisión de precondiciones para realizar el cuidado (como por ejemplo la compra de alimentos) y la gestión del cuidado (cocinar los alimentos para satisfacer la necesidad básica de alimentación de todo el grupo familiar, contar con las condiciones para un hogar digno y los motivos de salud). Según estudio presentado por el Banco Mundial, las mujeres realizan 6 viajes en promedio al día, en comparación con los hombres que realizan al día dos viajes.

Reflexionar sobre las necesidades que tienen las mujeres para realizar viajes origen-destino, va más allá de solo pensar en el transporte público, porque aunque se han dado muy buenas acciones para las mujeres que utilizan el transporte público, también las mujeres que ocupan un vehículo particular ya sea motorizado (automóvil o motocicleta) y no motorizada (bicicletas) estamos expuestas.
Es importante que nuestro gobiernos consideren este aspecto también, porque para muchas mujeres que se movilizan en las ciudades, ya sea en transporte público o en vehículo privado, han encontrado en la movilidad una llave para impactar de manera positiva en el desarrollo personal y familiar , y de manera negativa se tiene el común denominador de la inseguridad, ya que para realizar un viaje en condiciones donde las mujeres consideramos que en la zona de destino estará con poca afluencia de personas o que el viaje es en horas nocturnas o también donde tentativamente quedaras en una situación de violencia sexual como abordar un transporte particular solas; preferimos posponerlo hasta que se den las condiciones de manera distinta. Esta suma de factores restrictivos va ocasionando que las mujeres perdamos oportunidades que pueden hacer un cambio favorable en la vida cotidiana. Es tiempo de hacer una la transición del actual paradigma de movilidad femenina, hacia una movilidad con mayor equidad, seguridad y dignidad para las mujeres. Tanto los hombres como las mujeres hagamos de la movilidad un estandarte de progreso.

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