Mexicanos de entre 25 y 40 años, que ganan 200 pesos diarios por ocho horas de trabajo, y a quienes en plena pandemia les dan un bono de 300 pesos para que eleven la producción, elaboran los respiradores artificiales que salvan la vida a quienes contraen el covid-19… pero esos equipos no se quedan en México, son para Estados Unidos e Italia.
En Baja California operan tres empresas estadunidenses que crean respiradores artificiales y algunos de sus componentes. Se trata de manos mexicanas que fabrican esas unidades médicas utilizadas para salvarle la vida a los pacientes de covid-19. Pese a que se fabrican en territorio nacional, aprovechan la mano de obra barata (ganan 13 veces menos que sus pares estadunidenses) y las ofertan a sobreprecio, las manufactureras se niegan a vender sus productos a las autoridades locales.
Esto último fue denunciado por el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, quien dijo: “Fueron los que más chillaron cuando subimos el impuesto sobre nómina en 1%, pero, además, no pagan ni el predial”.
A la medianoche del miércoles 8, el gobierno estatal “suspendió” las actividades de la empresa Smiths Healthcare por no representar una industria esencial para los bajacalifornianos, así como por negarse a vender los respiradores al gobierno mexicano.
Smiths Healthcare, se informó, ya tiene vendido a Reino Unido un lote de 10 mil ventiladores para este mes. Sin embargo, en el pico de la crisis sanitaria Baja California apenas cuenta con 300 cuando, según cálculos de la Secretaría de Salud, el estado debería tener mil de esos aparatos.