Meseros piden limosna en Paseo de la Reforma ante covid-19
José Luis Guzmán, un hombre de 52 años, quien laboraba como mesero en una cantina de la capital, pero desde que ésta cerró por no ser un negocio esencial, no ha tenido empleo, por lo que sale a las calles de la Ciudad de México a pedir limosna.
“Estiro mi gorra, para no acercarme a los conductores. Me atreví a pedir porque no tuve oportunidad en otros lados. Muchos restaurantes que ya pueden operar, me han cerrado la puerta por mi edad, y otros no me pueden emplear, pues ya tienen a su plantilla base y no cuentan con nóminas más para mí”, dice.
Él se hizo viral en redes sociales, en donde una usuaria solicitaba a la comunidad que cuando lo viera, lo pudiesen ayudar con lo que puedan, pues Don José, es la cabeza de la casa, mantiene a uno de sus hijos y a su esposa, que apenas el año pasado, sufrió dos infartos, por lo que ahora tiene que juntar también para el medicamento de ella.
Más delante de Don José, se ubica cerca de la entrada del Museo Tamayo, Don Raúl de 53 años de edad.
Don Raúl ha repartido más de 187 tarjetas de presentación para que lo llamen a trabajar, pero no le marcan, pero detalla que no pierde la esperanza, porque aunque él también es jefe de familia y mantiene a 4 personas más en su casa, sabe que con unos “mínimos cien pesos” logra comprar un kilo de huevo y tortillas.
De 100 a 150 pesos diarios son los que se llevan a casa, sin embargo agradecen también las despensas que la gente va y les regalan, pues saben que con eso, pueden solventarse al menos dos días.