Un informe reciente de Oxfam ha revelado que los magnates mexicanos han duplicado su riqueza durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), mientras que la extrema pobreza ha incrementado significativamente en el país. Este hallazgo subraya la creciente desigualdad económica y los desafíos sociales que enfrenta México.
Según el informe, los multimillonarios mexicanos han visto un aumento sustancial en sus fortunas gracias a la apreciación de sus activos y el crecimiento en sectores como el tecnológico, financiero y de telecomunicaciones. Sin embargo, este crecimiento no ha sido equitativo, y una gran parte de la población continúa enfrentando condiciones de pobreza extrema.
Oxfam destaca que, a pesar de los esfuerzos del gobierno para implementar programas sociales y redistributivos, las políticas actuales no han sido suficientes para cerrar la brecha entre ricos y pobres. La pandemia de COVID-19 también ha exacerbado estas disparidades, afectando desproporcionadamente a los sectores más vulnerables de la sociedad.
El informe llama a una acción urgente para abordar esta desigualdad, sugiriendo políticas más agresivas de redistribución de la riqueza, como impuestos progresivos sobre las grandes fortunas y mayores inversiones en servicios públicos esenciales como la educación y la salud. También se subraya la necesidad de fortalecer el sistema de protección social para reducir la pobreza extrema y mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos.
Las reacciones a este informe han sido mixtas. Mientras algunos sectores apoyan las recomendaciones de Oxfam y piden al gobierno que tome medidas más decididas, otros argumentan que la creación de riqueza es crucial para el desarrollo económico y que las políticas deben centrarse en fomentar el crecimiento y la inversión.
El desafío para México radica en encontrar un equilibrio que permita un crecimiento económico inclusivo, donde los beneficios del desarrollo sean compartidos de manera más equitativa entre toda la población.