Después del Mundial Brasil 2014, el futbolista uruguayo Luis Suárez reconoció que está recibiendo ayuda para controlar su «impulso» de morder a adversarios en la cancha.
Durante un partido contra Italia en la pasada copa del mundo, el delantero mordió al defensa Giorgio Chiellini. Aquella fue la tercera vez que Suárez mordía a un oponente. Anteriormente mordió a Otman Bakkalwhile, del PSV Eindhoven, cuando jugaba con el Ajax en 2010 y también al jugador del Chelsea, Branislav Ivanovic, cuando era jugador del Liverpool, en 2013.
Recientemente el futbolista declaró: «Es un impulso, como una reacción. La gente tiene maneras distintas de defenderse. En mi caso, la presión y la tensión sale de esa forma».
Suárez, de 27 años, después de su castigo impuesto por la FIFA, regresó a jugar con su nuevo equipo el Barcelona.