Luis Astorga, académico y sociólogo, critica la falta de una política de Estado en materia de seguridad en México, calificando las acciones gubernamentales como «ocurrencias sexenales».
Refiere que la alternancia política no ha logrado cambios sustanciales en la seguridad, y critica la «militarización» del país bajo la administración de López Obrador.
Asegura que la correlación de fuerzas entre el poder político y el criminal ha cambiado, con un incremento en la autonomía de organizaciones criminales.
Desde el 2000, México registra casi medio millón de asesinatos y más de 110,000 desaparecidos, reflejando una crisis de seguridad intensa.
Astorga subraya la necesidad de una política integral de seguridad, en lugar de acciones puntuales y discursivas que no resuelven la problemática a largo plazo.