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LAS OTRAS CIFRAS Y PANDEMIAS QUE ATACAN A LAS MUJERES

La violencia de género es una pandemia mundial presente desde siempre en la historia de la humanidad y hasta el momento ningún país ha logrado erradicarla. En contexto de emergencia, la violencia machista aumenta y se deben desplegar acciones robustas de mitigación.

El 6 de mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que la violencia en general y la violencia contra las mujeres aumentarán durante la pandemia de COVID-19. El argumento que utilizó es que el número de denuncias no ha incrementado durante la contingencia sanitaria, aunque recalcó que pudiera haber una cifra negra.

El del viernes 15 de mayo aseguro que el 90% de las llamadas por violencia contra las mujeres son falsas, que la violencia intrafamiliar no incrementó durante el aislamiento social por COVID-19 durante la Jornada Nacional de Sana Distancia. Durante la conferencia de prensa de esta mañana aseguró que lo que ha habido es un “reencuentro familiar”.

Pero la titular de La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) tiene otras cifras, donde sí hay registros oficiales que confirman el incremento de la violencia intrafamiliar durante la cuarentena por la crisis sanitaria. En marzo de este año se abrieron 20,323 carpetas de investigación por “violencia familiar”, la cifra más alta desde 2015, un 14% más alta que la de febrero, y 19% más que el promedio mensual del 2019, dijo que desde finales de febrero ha atendido 21.6 por ciento más casos de los habituales.

Además, múltiples datos desmienten la declaración del presidente: desde denuncias a través de llamadas telefónicas a números de auxilio como el 911, hasta lo registrado por Organizaciones de la Sociedad Civil, y los reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre otros.

A estas otras cifras la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, contestó que se dará un informe detallado el próximo 26 de mayo, y reconoció que en el país se vive un sistema patriarcal donde sí existe el machismo y la violencia de género, aseguro que es indispensable la corresponsabilidad de los municipios para atender la violencia contra las mujeres, especialmente para albergar a quienes huyen de situaciones de peligro.

¿Y por qué aumento la violencia? el confinamiento doméstico impone proximidad física permanente con el agresor y propicia el riesgo de violencia, su gravedad, reiteración y cronicidad. Las tácticas de poder, control y sometimiento de los agresores tienden a intensificarse provocando la pérdida progresiva de autonomía y aislamiento de las mujeres.

Las negligentes medidas adoptadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Nuñez Ayala  ante la emergencia tendrán efectos nefastos con una mayor precarización de la salud y la vida de las personas, potenciando el empobrecimiento y con ello factores que, si bien no son la causa, inciden en una mayor expresión de la violencia machista.

No es posible prevenir integralmente la violencia machista sin considerar el aumento del desempleo, la incertidumbre, el hacinamiento, el homeoffice, la sobrecarga de labores reproductivas (domésticas, de cuidado y crianza), el mayor empobrecimiento, el consumo problemático de alcohol y drogas, entre otros elementos que la facilitan. Por ello debemos crear y generar redes de apoyo, estrategias de cuidado colectivo, alternativas de economía comunitaria, solidaridad y organización.

¿Qué podemos hacer? Las mujeres les decimos a esas otras mujeres que no están solas, que tengan siempre a mano un bolso de emergencia con sus documentos personales y algunas prendas básicas, que les enseñen a sus hijos cómo llamar y qué decir en una situación de violencia, que ante una agresión inminente eviten lugares de peligro en la casa como la cocina y que por sobre todo mantengan contacto con una amiga, con vecinas y vecinos, la vecina o cualquier persona que pueda ayudar o buscar ayuda, contar una casa segura entre vecinas/os, amigas/os para resguardarse. Si bien la violencia afecta de manera transversal a todas las mujeres, la capacidad de superar la situación será mayor mientras más redes tengamos y ante la negligencia de las autoridades, nuestra respuesta siempre debe ser comunitaria.

El aislamiento social no es aislamiento emocional. Pide ayuda, no te calles, manda mensajes, llama. Él ya te aisló muchas veces más antes de iniciar la pandemia.

#NoEstásSola
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