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La organización construye, los golpes quiebran

La mínima garantía que puede ofrecer el “estado” es el cuidado del ciudadano, protegerlo de agresiones y cubrirlo en caso de que ocurra un percance. De no cumplirse estas condiciones mínimas los gobernantes estamos fallando en nuestra principal labor.

Todos somos ciudadanos, con diversos intereses. Nos encontramos bajo la protección de un estado plural, en el cual confiamos. En el que cabemos diversas religiones, orientaciones sexuales, colores de piel, etc. Podemos hacer un sinnúmero de diferencias, pero ese no es el fin; El fin es encontrar las coincidencias para hacernos fuertes, no separarnos. No callar al que piensa “distinto”.

Esta intolerancia no es exclusiva de nuestro tiempo, ejemplos en la historia sobran. Agentes que han quedado en las esferas de poder y que ocupan ese monopolio de la violencia para reprimir, para eliminar al diferente.
Estas posturas han culminado en matanzas y genocidios que se han consumado después de aceptar este principio como algo “normal”. No podemos permitir que estas formas de “gobernar” se repitan. Todos somos diferentes, y por ello todos debemos interesarnos en el respeto a ejercer nuestros derechos como humanos.

La postura del actual alcalde de Cuautitlán Izcalli Víctor Estrada Garibay, atenta contra estas libertades. El pasado sábado 20 de mayo seis compañeros de morena fueron golpeados por un grupo de personas afines al PRI, haciendo sangrar a un compañero y a un vecino que al ver el abuso salió en defensa. Este atentado contra los principios básicos de una vida ciudadana digna, dibuja esta intolerancia. Si esto pasara inadvertido estaríamos permitiendo que se filtre la represión y el peligro de la integridad de nuestras libertades y derecho a criticar o tener puntos de vista diferentes.

Dejar pasar los constantes ataques por medio de golpeadores o inclusive usando elementos policiales, símbolo del orden y justicia, contribuye a la ruptura del estado contra su ciudadanía. Este mensaje destruye la idea de un buen gobierno que sirve y cuida, deja descubierto un salvaje violento que agrede al que se atreva a ponerse enfrente de él. Defendamos nuestros derechos y protejamos nuestros intereses.
Modifiquemos de inmediato estas agresiones, exigimos que estas acciones no se repitan. Los actuales representantes del estado debemos garantizar estas libertades. Esos son los principios democráticos en los que creemos y defendemos como mexicanos. Cumplamos lo pactado para fortalecernos todos y encaminarnos a una vida de libre expresión y buena convivencia. Hacer lo contrario es una traición a estos principios y por lo tanto al país.
Esto es una obligación, que, de no cumplirse estaremos incurriendo en todo lo anteriormente mencionado, y no se puede llamar líder a un traidor a los principios de democracia y las virtudes plurales que tanto trabajo le ha costado a la patria construir.
Desde MORENA exigimos a Víctor Estrada Garibay, garantice la libertad de expresión, la seguridad y el justo proceso democrático en Cuautitlan Izcalli. De seguir incurriendo en estas faltas las exigencias se intensificarán por los medios formales de respeto al derecho de los ciudadanos.

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