La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (CANACO) ha advertido sobre la creciente proliferación de bodegas en el Centro Histórico, señalando que este fenómeno está acelerando el proceso de gentrificación en la zona. Según el organismo, la instalación masiva de estos almacenes está transformando significativamente el paisaje urbano y económico del área.
Las bodegas, que en su mayoría se utilizan para almacenamiento y distribución de mercancías, han desplazado a numerosos comercios tradicionales y residencias. Este cambio ha llevado a un aumento en los precios de alquiler y a la migración de habitantes originales hacia otras áreas de la ciudad. La CANACO subraya que esta transformación está alterando la identidad cultural y social del Centro Histórico.
Los comerciantes locales han expresado su preocupación por el impacto negativo en sus negocios. Muchos han sido obligados a cerrar o reubicarse debido a la competencia desleal y al incremento de los costos operativos. Asimismo, la disminución de espacios destinados a la vivienda ha afectado la vida comunitaria, convirtiendo al Centro Histórico en una zona predominantemente comercial y menos residencial.
La CANACO ha hecho un llamado a las autoridades locales para implementar políticas que regulen la instalación de bodegas y fomenten un desarrollo urbano equilibrado. Proponen la creación de incentivos para la conservación de los comercios tradicionales y el desarrollo de proyectos habitacionales accesibles que permitan a los residentes originales permanecer en la zona.
A pesar de los desafíos, algunos ven la gentrificación como una oportunidad para revitalizar el Centro Histórico, atrayendo nuevas inversiones y mejorando la infraestructura urbana. Sin embargo, es crucial encontrar un equilibrio que permita el desarrollo económico sin perder la esencia y el patrimonio cultural de esta emblemática área de la Ciudad de México.