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Izcalli Fest cierra festejos de 41 aniversario

Los pasados 27, 28 y 29 de junio, Cuautitlán Izcalli cerró los festejos del 41 aniversario con el Izcalli Fest 2014 en el que se dieron cita muchas horas de rock, ska, indie, música electrónica y más. Al festejo asistió público de municipios aledaños como Tultitlán, Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán de Romero Rubio, Tepotzotlán, entre otros. La celebración fue amenizada por bandas izcallenses, de la zona conurbada y por supuesto grandes grupos de renombre, ante una asistencia de más de 40 mil personas entre los 3 días.
A pesar de la incesante lluvia, la gente comenzó a aglomerarse a partir del viernes para presenciar el rock ya casi clásico de Resorte, Las Botas Negras, la invitación al baile de los Blackjacks, evocar a gritos desesperados de desamor del «Aún» de Coda, y finalizar con la magna combinación del Haragán y compañía y Los Malditos Cocodrilos cantando sus grandes éxitos después de las 3 de la mañana.
Si bien el sábado  la cancha del Hugo Sanchez Marquez había pasado a convertirse en una alberca de lodo, eso no detuvo a la pasión de la juventud rockera y también la no tan joven para presenciar la frescura de Los Daniels, disfrutar del surf de Lost Acapulco, la excentricidad de las Víctimas del Doctor Cerebro y apoyo total de la gente a las 2 am, para finalizar con un rato de rico Reggae, más a allá de la madrugada.
Aunque el domingo la pasión del fútbol desbordaba las calles, eso no fue motivo para detener al Izcalli Fest, pues la fiebre mundialista fue trasladada a las pantallas gigantes del escenario principal, para al finalizar el partido de la verde y, aunque con un poco de amargura, serían los Funtastics que con su música para ex-novias serían los encargados de regresar las sonrisas al público. Siguió la legendaria Nana Pancha, el ska de la Sekta Core; el acordeón, el ritmo, el baile y las lágrimas de  nostalgia del gran Celso Piña que finalizó su actuación con invitado sorpresa: El Gran Silencio, que al ritmo del chuntaro style y mucho baile cerrarían la segunda edición del Izcalli Fest que superó sin ninguna duda a la primera.

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