Esta semana se dio a conocer la investigación sobre el caso Ayotzinapa, que ha realizado el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) desde hace seis meses. Toda esta información es pública y oficial y está soportada en documentos y pruebas reportadas en el expediente judicial.
Basados en pruebas científicas han determinado que la versión oficial de la Procuraduría General República, la “verdad histórica” que habían dado a conocer las autoridades, es falsa y queda descartada.
Las declaraciones que dio el GIEI descalifican la versión oficial que se tenía hasta este momento de los hechos y afirman que el tan sonado “Fue el Estado” es una realidad, ya que la policía municipal en conjunto con el ejército y otras autoridades, fueron quienes atacaron a varios normalistas mientras regresaban a la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. Además ahora se incluye un elemento clave en la investigación: en uno de los camiones que intervinieron los estudiantes, sin que ellos supieran, pudo haber un cargamento de drogas.
Pero vamos a recordad un poco qué es lo que ha pasado.
¿Cómo sucedieron los hechos?
Todo comenzó cuando los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa se estaban preparando y juntando varios camiones para las marchas del dos de octubre; algo muy común entre estudiantes de todos los estados y de distintas escuelas y por lo cual nunca había pasado nada.
El 26 de septiembre de 2014, los normalistas fueron a tomar más camiones a la Central Camionera y cuando iban de regreso a su escuela, los camiones tomaron distintas rutas y fueron atacados en nueve lugares. Durante todo su trayecto, fueron monitoreados por las autoridades, el ejército y la policía municial, que sabían exactamente donde estaban y quiénes eran, no hubo ninguna confusión, como se había dicho, de que fueran parte de un cártel.
El GIEI reveló que la Policía Municipal de Iguala no tenía elementos para suponer que perseguía a «Los Rojos», sabían que se trataba de estudiantes. Agregó que policías y militares estuvieron presentes en los lugares donde desaparecieron los normalistas pero que no les brindaron ayuda.
¿Qué dijo el gobierno que había pasado?
Murillo Karam declaró el año pasado que los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa tomaron a la fuerza cuatro autobuses y fueron detenidos por los policías municipales y entregados a un grupo de narcotráfico del cártel Guerreros Unidos, quienes los confundieron con miembros de un cártel rival y los asesinaron y calcinaron en el basurero de Cocula.
Pero las declaraciones de esta semana refutan esta teoría completamente, ya que los estudiantes no murieron en el lugar y el momento descrito por las autoridades; quemar tantos cuerpo hubiera llevado por lo menos 60 días y una cantidad enorme de combustible.
Además, las autoridades afirmaban que hubo ataques en tres lugares durante la noche del 26 de septiembre, protagonizados por policías locales de los municipios de Iguala y Cocula y por sicarios del grupo criminal Guerreros Unidos, pero ahora se sabe que hubo ataques en al menos nueve puntos distintos, donde el nivel de agresión y ataques indiscriminados fue subiendo; primero eran disparos al aire, luego hacia los normalistas particularmente. Todas estas agresiones fueron desproporcionadas y sin sentido ya que los normalistas ni siquiera iban armados.
En este ataque hubo 80 víctimas, 43 normalistas desaparecidos y 700 familiares que han sufirdo las consecuencias.
Además, la policía en todo momento supo que eran estudiantes y aún así los atacaron con armas lo cual hace muy sospechoso el interé so las razones de su detención y ahora la posibilidad de que un camión que transportaba droga esté relacionado con el caso, abre toda una nueva línea de investigación.
¿Ahora qué pasará?
La supuesta “verdad histórica” quedó descalificada y todo lo que declaró el GIEI muestra el déficit de las investigaciones, pero aseguran que se sigue buscando justicia para las familias y para todos los mexicanos. Aunque sigue sin saberse el paradero de los normalistas, hay avances significativos y ahora debe darse un replanteamiento de la investigación.
Como quedó descartado por evidencia científica que los cuerpos hubieran sido quemado en el basureros, el GIEI pide investigar el posible uso de hornos de cremación públicos y privados en Iguala y Cocula.
Sostienen que la investigación debe continuar tomando en cuenta el descubriemiento de un camión que transportaba drogas que los estudaintes agarraron sin darse cuenta para llevar a su escuela.
En respuesta a esto el presidente Enrique Peña Nieto declaró en su Twitter:
«He dado indicaciones para que las investigaciones de los trágicos sucesos de Iguala tomen en cuenta los elementos aportados por el GIEI».
«También he dado indicaciones a las dependencias del #Gobmx para que analicen cada una de las recomendaciones que han presentado hoy».
También la organización Amnistía Internacional respondió diciendo que el informe de hoy dejó al descubierto la absoluta incompetencia y falta de voluntad del gobierno para encontrar y castigar a los responsables.
Seguramente este hecho seguirá dando de qué hablar por mucho tiempo y estaremos al pendiente.