En los últimos días Gianni Infantino ha estado muy presente en los medios de comunicación dando declaraciones que él piensa, están bien. Para mí, un señor que habla desde su privilegio sin conocer las realidades de cada liga del fútbol no cumple de forma correcta su gestión. Estoy de acuerdo, es difícil conocer cada una de las competiciones de cada país, pero el presidente de la ‘Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA)’ debería saber que no en todos lados se vive el futbol como se vive en su natal Suiza, este deporte ni si quiera se vive igual en Europa que en Latinoamérica.
La afición latina siente el fútbol, se juega en las calles, en los barrios, los niños de pequeños aprenden lo que es este deporte y como manejar un balón. Para los de pantalones largos es solo una cuestión económica, para el pueblo es una forma de vivir y un escape muchas veces a las realidades tan difíciles que se viven.
No solo causó polémica hace unos días por decir que considera la realización de los mundiales cada dos años para hacerle un bien al futbol, según él, más países calificarían y mostrarían un nivel competitivo, lo que derivo en que al menos 12 naciones europeas estén pensando dejar la FIFA.
Un mundial cada 24 meses trae consigo muchos problemas, a nivel deporte la carga de trabajo que tendrían ciertos jugadores, sí son atletas de alto rendimiento pero son humanos y apretarles el calendario dejaría personajes lesionados con más frecuencia. Eso sin hablar de los traslados, la altura y un etc que eso conlleva. Además los países sedes tendría que invertir una fuerte cantidad en dejar los estadios a punto. Y la emoción de esperar con anhelo el Mundial se perdería al dárnoslo con tanta continuidad. Aunque Infantino dejó claro que no era por tema de dinero a mí me suena que eso es justo en lo único que está pensando.
Ahora vuelve a causar polémica, esta vez haciendo una crítica fuerte a la sociedad mexicana. Infantino dio declaraciones acerca del «grito homofóbico» calificándolo de una «costumbre idiota».
Creo que la discusión no se centra en «si está bien o mal», todos sabemos que insultar a otros no es correcto, ni en el estadio ni en ningún otro lado. Pero en este caso, creo que Infantino no conoce este dicho mexicano, lejos de lo que nos han hecho creer, gritarle p*to al portero no es homofóbico, era como gritarlo cobarde, intimidarlo para que hiciera mal el saque, una palabra que se usa en el fútbol y fuera de él, muy arraigada en la jerga mexicana que él desde su oficina crítica, pero que el Mundial se lleve a cabo en uno de los países más machistas y homofóbicos del mundo, en donde decir que eres homosexual es gravemente penado es permitido. Pero claro, es mejor condenar una palabra a no darle voz al país que te dejará una derrama económica importante.
Para Gianni está bien decir que no debemos ir a la cancha a insultar, pero no está bien atacar el problema de violencia que se vive en varios estadios del país, en donde la seguridad de niños, adultos mayores y simples aficionados se ha visto vulnerada. Criticar lo que por mucho tiempo estuvo normalizado en una sociedad ajena está mal, de la forma en la que lo hizo y más si no ayuda en nada para solucionarlo, salvo que crea que con multar a la Federación Mexicana de Fútbol logrará que el grito «homofóbico» se termine.
En México ha costado mucho quitar esta costumbre de la visión de los aficionados y le está costando aún más atacar ese violencia en los estadios donde se han visto rebasada la policía dentro y fuera de la cancha, donde no hay detenidos y que muchas veces se permite por parte de las directivas que son negligentes en ya no permitirle la entrada a estos pseudoaficionados.
«Sé que la Federación Mexicana de Futbol, con su presidente y los equipos, trabajan en erradicar estas costumbres idiotas, discriminatorias en los estadios, tenemos que ir, enfadarnos, celebrar, pero no tenemos que insultar».
«Todos los que no quieran ver, todos los que quieran vivir en la época de las piedras, que se queden fuera de los estadios. Cuando hay temas como este, que pasan en un estadio, es el Comité de Disciplina, si es necesario el de apelaciones, los que se ocupan de estos casos, como presidente de la FIFA no puedo interferir o comentar casos completos.»
Estas fueron las palabras del dirigente de la máxima Institución del futbol, pero criticar por criticar, todos podemos, buscar una solución real es más complicada.
Ojalá todo se resuelva de la mejor manera para los que nos gusta asistir al campo de juego y ver a 22 jugadores correr detrás de un balón. Porque si queremos que el balompié vuelva a hacer un deporte familiar, debemos respetarnos unos a otros.