El acuerdo nacional que obligaría a las empresas multinacionales del mundo a pagar una parte justa de impuestos se retrasó a 2024. El retraso se da en medio de nuevas dispuestas sobre el acuerdo negociado minuciosamente.
Mathias Cormann, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), dijo en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, que se estaban llevando a cabo «discusiones difíciles» que significaban que el acuerdo no podía entrar en vigor en 2023, como se esperaba anteriormente.
Cormann dijo que confiaba en que eventualmente se implementaría un acuerdo para permitir que los países impongan más impuestos a las empresas más grandes del mundo en función de las ventas generadas dentro de sus fronteras.
Por otro lado, el copresidente del grupo Carlyle, David Rubenstein, dijo que dudaba que el acuerdo negociado por la OCDE se concretara alguna vez.
Los acuerdos fiscales globales suenan muy bien, pero implementarlos es muy difícil.
Mathias Cormann
El acuerdo consta de dos pilares. El primero implica la reasignación de algunas ganancias de las principales multinacionales a los países donde realizaron sus ventas. El segundo trae una tasa impositiva corporativa mínima global del 15%.
El Pilar 1 se enfrenta a la oposición de los senadores republicanos en el Congreso de Estados Unidos. Los analistas han sugerido que el acuerdo podría fracasar si los demócratas pierden el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de mitad de mandato de noviembre.