La semana pasada fue aprobada una reforma en la ley de Nuevo León, que permite al personal médico y enfermería declinar el brindar atención médica en caso de que considere transgredidos sus principios de ética o valores, como es el caso del aborto.
Tras la polémica que desató la aprobación de la reforma a la ley de salud que incluyó la «objeción de conciencia» ahora, el gobierno estatal de Monterrey Nuevo león, declaró que la vetará por considerarla discriminatoria.
«Vamos a vetar esa iniciativa, por supuesto que nos oponemos a una discriminación marcada en la ley. Los médicos deben de atender a toda la ciudadanía sea esta cual fuese», señaló el secretario General de Gobierno, Manuel González.
Por esta razón, colectivos en pro de los derechos humanos han señalado que esto permitiría al personal de salud dejar sin atención médica a pacientes con VIH o de la comunidad LGBT+ así como migrantes o indígenas.
Por su parte, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), alertó sobre la posibilidad de que la reforma aprobada a la Ley de Salud contribuya a que no todas las personas tengan acceso a los servicios médicos.
Por otro lado, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León (CEDHNL) emitió un comunicado en torno a la misma reforma y estableció que, aunque el artículo 24 de la Constitución prevé la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión, el ejercicio de esas libertades no puede ser absoluta, ya que, en casos como estos, afectaría a otros.
«Como todo derecho fundamental sus límites se encuentran en el contenido de otros derechos, especialmente el relativo al derecho a la salud», señaló la CEDHNL.