Gobierno de Delfina Gómez plantea tres nuevos impuestos ecológicos
Las autoridades prevén dar tres meses antes de empezar a cobrarlos
La legislatura mexiquense ha recibido la nueva propuesta por parte de la gobernadora Delfina Álvarez que propone incorporar tres nuevos impuestos ecológicos en el Estado de México para 2024. Estos impuestos están dirigidos a aminorar el impacto por contaminación de residuos sólidos, la emisión de contaminantes atmosféricos y la extracción de materiales pétreos.
Cabe destacar que estos nuevos impuestos deben de ser discutidos y analizados por la legislatura mexiquense para su discusión, de ser aprobados entrarían en vigor el primero de abril del 2024 a partir de esto el gobierno prevé obtener recursos económicos que incrementarían de 85 millones (cantidad que actualmente se estima que actualmente se estiman por la Emisión de Gases Contaminantes a la Atmósfera) a 331 millones 186 mil 318 pesos, estos significaría un incremento de 289%.
Materiales pétreos y contaminantes del agua los principales objetivos del gravamen
Se propone considerar como materiales pétreos las piedras de construcción y de adorno, mármol, canteras, arenas, granito, gravas, pizarras, arcillas que no requieran trabajos subterráneos, calizas, puzolanas, turbas, arenas silíceas, ónix, travertinos, tezontle, tepetate, tepojal entre otros.
Además, se considerarían agregados pétreos el material proveniente de la roca, la base del impuesto se determinaría con base en el volumen o de los derivados que se extraigan en el territorio del Estado. Este Impuesto por Remediación Ambiental en la Extracción de Materiales Pétreos lo pagarían personas físicas y jurídicas colectivas que dentro del Estado de México extraigan materiales pétreos.
En cuanto al Impuesto a la Emisión de Contaminantes al Agua sería pagado por personas físicas y jurídicas colectivas que realicen actividades con fines de lucro, que bajo cualquier título, por sí mismas o a través de intermediarios, depositen, desechen o descarguen sustancias contaminantes en el agua en la entidad, como resultado de sus actividades. El pago se determinaría considerando los metros cúbicos de agua afectada con sustancias contaminantes que se emitan, o se viertan medidas en miligramos por litro, desde cada una de las descargas de las instalaciones o fuentes fijas.