La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos confirmó que armas provenientes de su territorio han terminado en manos de cárteles mexicanos. Este reconocimiento refuerza la postura de México en su demanda contra las armerías estadounidenses.
El canciller mexicano afirmó que esta admisión representa un avance para responsabilizar a las empresas que facilitan el tráfico de armas. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) destacó que se intensificarán los esfuerzos para frenar este flujo ilegal, que alimenta la violencia en México.
Expertos señalan que la cooperación bilateral es clave para resolver este problema, pero también insisten en la necesidad de que Estados Unidos refuerce sus controles internos sobre la venta y exportación de armas.
Este caso podría marcar un precedente en la lucha internacional contra el tráfico de armas y la violencia que genera en países como México.