En Hong Kong reportan el primer caso documentado de reinfección por COVID, pero en México han habido varios, según SSA
No es un descubrimiento menor: al parecer por fin se tiene evidencia contundente sobre el registro de un paciente que ha tenido COVID en dos ocasiones. Mientras que en la primera presentó síntomas, en la segunda infección fue asintomático, según un artículo en revisión en la revista ‘Clinical Infectious Diseases’. El tema es trascendental pues nos confirma que no existe una inmunidad biológica permanente en pacientes que ya tuvieron COVID-19.
En México se han encontrado varios casos similares, según lo dicho hace unos días por el propio subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, quien en conferencia de prensa, el 20 de agosto, dijo que Secretaría de Salud se ha encontrado con casos reincidentes.
El doctor en epidemiología también hizo referencia a la presentación de varios supuestos casos de reinfección por COVID-19 en todo el mundo. Ahora mismo el que cobra relevancia es uno que al parecer ha sido documentado como ningún otro, a pocos días de distancia de la aceptación del doctor sobre casos reincidentes en México. «Son casos un tanto anecdóticos» dijo en aquella ocasión López-Gatell, pues se trata de un número de casos considerablemente menor que el número de infectados y que han dado positivos en pruebas PCR. «Parecen ser eventos raros» dijo el doctor.
Desafortunadamente, a pesar de que SSA ha registrado pacientes con reinfecciones, no existe el material público para corroborar cada caso, analizar cuánto tiempo ha pasado para que haya reaparecido el contagio en la misma persona, ni mucho menos la segmentación geográfica de las reinfecciones. Lo único que queda claro es que cada vez hay más datos sobre que la inmunidad obtenida luego de contraer COVID-19, no es permanente.
Con ese panorama, apostar a una inmunidad obtenida sin vacuna, cada vez tiene menos sentido. De confirmarse el caso registrado por el Departamento de Microbiología de Hong Kong, entonces habrá que redoblar esfuerzos en el desarrollo de una vacuna que sea aplicada universalmente. Incluso una vez obtenida, se necesitará mucha investigación sobre el tiempo de inmunidad que ofrecerá cada vacuna. Puede que ocurra como en la influenza, en donde el virus causante muta con tal velocidad que son necesarias nuevas aplicaciones año con año.