El nuevo iceberg que se desprendió de la Antártida es casi del tamaño de la CDMX.

El viernes 26 de febrero se desprendió un enorme témpano en el lado norte de la Plataforma de hielo Brunt, en la Antártida, un sitio donde científicos de la British Antarctic Survey (BAS) —organismo británico dedicado al estudio de la Antártida— había detectado el surgimiento de grietas en los pasados diez años. 

Días antes del desprendimiento del iceberg de 1270 kilómetros cuadrados —apenas 200 kilómetros cuadrados menos de lo que mide la Ciudad de México, que son 1495 kilómetros cuadrados—, el BAS ya había sobrevolado una enorme grieta en la plataforma de hielo Brunt (video abajo).

Los científicos especializados llevan varios años observando de cerca las muchas grietas que se han formado en dicha plataforma de hielo de 150 metros de ancho y a finales de 2019 se detectó una grieta gigante, la cual temían que diera lugar al desprendimiento de un iceberg gigante, que es el que se acaba de formar. El viernes 26 de febrero, el tajo fue lo suficientemente grande, y el témpano se desprendió.

El BAS pudo distinguir en enero —pleno verano en la Antártida—, que la grieta gigante avanzó hacia el noreste de la Plataforma a una velocidad de hasta un kilómetro por día. Posteriormente, la grieta se fue ensanchando varios cientos y la mañana del 26 de febrero, se liberó el iceberg del resto de la plataforma y quedó a la deriva.

“Usamos imágenes de satélite de la ESA, la NASA y del satélite alemán TerraSAR-X. Toda la información la enviamos a Cambridge para que sea analizada, así que sabemos qué está pasando incluso durante el invierno Antártico, cuando no hay personal en la estación, y no hay nada de luz y las temperaturas caen hasta menos 10 grados celsius”, agregó la profesora Francis.

Por lo pronto, el iceberg no tiene un nombre y se le conoce para efectos del estudio como «A-74» —a los témpanos que se forman en la Antártida se nombran a partir del cuadrante en el que fueron avistados originalmente y luego se asigna un número secuencial; y si luego ese iceberg se rompe, al resultante se le asigna una letra también en secuencia.