El huracán “Sally” arremetió lentamente cerca de los límites entre Alabama y Florida como categoría 2, con vientos de 165 kilómetros por hora (km/h) y más de 60 centímetros de lluvia, inundando viviendas y obligando a rescatar a cientos de personas en lo que podría ser una marcha lenta y desastrosa por el Sur de Estados Unidos.
Moviéndose a sólo cinco km/h, más o menos la velocidad a la que camina una persona, la tormenta tocó tierra ayer cerca de Gulf Shores, Alabama, ubicada a unos 50 kilómetros de Pensacola, Florida. El meteoro aceleró a un trote ligero mientras golpeaba zonas metropolitanas de Pensacola y Mobile, Alabama, en las que reside cerca de un millón de personas.
Arrojó embarcaciones tierra adentro o las hundió en los muelles, derribó palmeras, arrancó techos y tumbó señalamientos, además de dejar sin servicio eléctrico a más de 540 mil viviendas y negocios. Una réplica de una carabela de Cristóbal Colón, la Niña, que se encontraba atracada frente a Pensacola, desapareció, informó la Policía.
Por la tarde, el fenómeno se degradó a tormenta tropical y sus vientos se redujeron a 110 km/h. Las precipitaciones continuaban anoche en partes de la zona afectada y se anticipaba que la tormenta desencadenara aguaceros tierra adentro hoy al avanzar sobre Alabama en dirección a Georgia.