El futuro de Netflix, alguna vez un favorito de Wall Street, podría estar en juego esta semana. El gigante del streaming informará sus ganancias del segundo trimestre este martes, y se perfila como uno de los momentos más importantes en los 25 años de historia de la compañía.
El 2022 no ha sido el año de Netflix, desde que en abril informaron su pérdida de suscriptores en el primer trimestre del año. Esta fue la primera vez que sucedía en cualquier trimestre en más de una década. Posteriormente, las acciones de Netflix comenzaron a ir en picada, hasta bajar un 70% en lo que va del año. De esta forma, acabaron con miles de millones de dólares en valor de mercado y la empresa despidió a cientos de empleados.
Sin embargo, la pérdida de suscriptores no es el único problema que Netflix enfrenta hoy en día. Una perspectiva débil para el segundo trimestre del año sorprendió a los inversores: la compañía predijo que perdería otros dos millones en la primavera.
Pase lo que pase este martes, podría cambiar no sólo el futuro de la empresa, sino el del mundo del streaming.
Netflix por ahora está centrando sus esperanzas en su único posible salvador: la publicidad.
La compañía anunció el miércoles que se asociará con Microsoft en un nuevo plan de suscripción con publicidad más económico. A pesar de que Reed Hastings, CEO de la compañía, estuvo en contra de la idea por años, ahora es una parte importante de los planes de Netflix para aumentar los ingresos en el futuro. Según los informes, el nuevo nivel llegará antes de fines de 2022, pero Netflix admite que su negocio publicitario está en sus «primeros días».
Wall Street podría darle la espalda a Netflix
La compañía también se está enfocando en tomar medidas drásticas contra el uso compartido de contraseñas y en crear contenido atractivo para ayudar a cambiar el rumbo.
Sin embargo, todos estos planes podrían ni siquiera ser llevados a cabo si las cifras de este martes son tan bajas que Wall Street abandone a su suerte a Netflix.
Aunque todavía tiene algunas cosas a su favor, siendo el líder del streaming con 221,6 millones de suscriptores en todo el mundo. También informa números en un mercado que presenta factores fuera del control de Netflix, como la inflación. Así que tiene esas excusas en las que puede confiar para posiblemente suavizar el golpe con los inversores.