Durante el actual sexenio de la Cuarta Transformación (4T), el costo de los alimentos ha experimentado un notable aumento, afectando el presupuesto de los hogares mexicanos. Las cifras recientes muestran que varios productos básicos han subido de precio, lo que genera preocupación entre los consumidores y plantea desafíos para la economía familiar.
El alza en los precios ha sido atribuida a una variedad de factores, incluyendo la inflación global, los problemas en las cadenas de suministro y los efectos de la pandemia de COVID-19. Productos como el maíz, el trigo y el arroz han experimentado incrementos significativos, lo que repercute directamente en el costo de alimentos básicos como el pan, las tortillas y otros productos derivados.
Además, los precios de la carne, los huevos y los productos lácteos también han aumentado, presionando aún más el presupuesto de las familias. Las autoridades han señalado que están trabajando en políticas para mitigar el impacto del aumento de precios, incluyendo subsidios y programas de apoyo directo.
Los economistas advierten que el aumento de precios podría persistir a corto plazo, y recomiendan a los consumidores ser cautelosos con sus gastos. A pesar de las medidas tomadas por el gobierno, muchos consideran que se necesitan esfuerzos adicionales para reducir el impacto en los hogares más vulnerables.
Este fenómeno no es exclusivo de México, ya que muchos países están enfrentando desafíos similares. Sin embargo, el enfoque del gobierno mexicano en la Cuarta Transformación implica un compromiso para aliviar la carga de los altos precios, y se espera que se implementen más políticas para ayudar a las familias afectadas.