La Comisión de Defensa Nacional del Senado mexicano ha aprobado recientemente un decreto que permite el ingreso de personal militar estadounidense a México, marcando un hito en la cooperación militar entre ambos países. Este movimiento estratégico busca fortalecer las capacidades de las fuerzas armadas mexicanas mediante actividades conjuntas de adiestramiento, las cuales se llevarán a cabo en instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en Santa Gertrudis, Chihuahua.
El presidente de la comisión, Félix Salgado Macedonio, destacó la importancia de este acuerdo, señalando que facilitará la formación y capacitación de las fuerzas armadas mexicanas frente a los desafíos contemporáneos, al tiempo que promoverá una relación más estrecha con Estados Unidos, un vecino fronterizo clave.
La aprobación del dictamen se realizó de manera expedita, en tan solo 10 minutos, y contó con la participación de 11 de los 18 miembros de la Comisión de Defensa Nacional. Este proceso se vio afectado por la ausencia de varios senadores, presumiblemente debido al periodo vacacional de Semana Santa, lo que llevó a que algunos miembros votaran a través de chat, mientras que otros estuvieron completamente ausentes.
A pesar de la rápida aprobación, la decisión no estuvo exenta de controversia. Laura Ballesteros, senadora de Movimiento Ciudadano, votó en contra del acuerdo, reflejando la diversidad de opiniones dentro del Senado respecto a la presencia militar extranjera en territorio nacional.
Este acuerdo sigue a una autorización previa del Senado, en diciembre del año pasado, que permitía el ingreso de personal militar estadounidense para el adiestramiento de las Fuerzas Especiales de la Sedena. Este adiestramiento se llevará a cabo tanto en el Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales en Temamatla, Estado de México, como en el Centro de Adiestramiento Regional de la I Región Militar en San Miguel de los Jagüeyes, Estado de México.
La cooperación militar entre México y Estados Unidos no es un fenómeno nuevo, pero la aprobación de este decreto subraya un compromiso renovado hacia la colaboración en materia de defensa y seguridad. Mientras algunos ven en este acuerdo una oportunidad para fortalecer la seguridad nacional y regional, otros expresan preocupaciones sobre la soberanía y las implicaciones de permitir la presencia militar extranjera en suelo mexicano.