Si bien ninguno de nosotros estará para presenciar el final de nuestra galaxia, este será inevitable. De acuerdo con cálculos astronómicos en 4 mil millones de años la Vía Láctea se encontrará con Andrómeda, otra galaxia espiral. Esta colisión, que en realidad será una fusión, terminará con la existencia de ambos vecindarios estelares y dará vida a uno nuevo, más grande y ciertamente intrigante.
El tamaño de Andrómeda es mayor a nuestra galaxia y se calcula que la conforma 1 millón de millones de estrellas. Si bien esta galaxia se ubica actualmente a 2.4 millones de años luz de la Vía Láctea, la fuerza de gravedad está atrayéndolas mutuamente y sus cuerpos se acercan a una velocidad de 400 mil km/h.
El siguiente video es una visualización de lo que ocurrirá una vez que las dos se encuentren y terminen fundiéndose para continuar así el ciclo.
https://youtu.be/PrIk6dKcdoU