Científicos australianos de Cortical Labs enseñaron a células humanas cultivadas en una placa de Petri a jugar Pong en sólo cinco minutos. Esto, supera la velocidad en la que una Inteligencia Artificial (IA) logró aprender a jugar el mismo videojuego (90 minutos).
Se trata del sistema «DishBrain», compuesto por células cerebrales que crecen sobre matices de microelectrodos que pueden estimular las células. Para enseñar a los mini-cerebros a jugar Pong, el equipo usó una versión de un sólo jugador.
De esta forma, envió señales eléctricas a la derecha o izquierda de la matriz para indicar dónde se ubicaba la pelota. Luego, el cerebro dispararía neuronas para mover la paleta hacia adelante y hacia atrás, dependiendo de la ubicación de la bola.
«Creemos que es justo llamarlos cerebros cyborg. A menudo nos referimos a ellos como viviendo en la Mátrix. Cuando están en el juego, creen que son la paleta».
Brett Kagan, director científico de Cortical Labs
Brett Kagan, quien dirige el proyecto, señaló que, aunque los mini-cerebros pueden aprender más rápido que la IA, no son tan hábiles. De esta forma, asegura que los organoides perderían en una partida contra una computadora como DeepMind. Sin embargo, la IA necesita alrededor de 5 mil rallies (sesiones de juego de 15 minutos) para dominar el juego. Por su parte, los DishBrain necesitan sólo de 10 a 15 rallies para dominarlo.