A pesar de tener un municipio planeado y construido para una óptima movilidad, hemos ido en retroceso, banquetas destrozadas o invadidas, carriles confinados usados por automotores y vías primarias que van a exceso de velocidad (pero ese es otro cuento que les traeremos en otra nota), esta vez hablaremos de la inversión en el tema de movilidad para el país.
Entre 2015 y 2016, la inversión en movilidad realizada por los gobiernos locales disminuyó 45% en promedio y 49% de los recursos invertidos benefició sólo a automovilistas. Recordemos que, de acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015, en México los medios más utilizados por las personas para desplazarse a la escuela y al trabajo son: caminar y el transporte, es decir, en promedio el 38.8% de los mexicanos camina y el 32.5% utiliza algún camión, taxi, combi, metro, tren o metrobús. Mientras tanto, el 22.6% usa un vehículo privado (automóvil, camioneta o motocicleta), el 4.6% el transporte privado (escolar o laboral), el 3.4% la bicicleta y el 1% otro medio de transporte; por lo tanto los recursos se van a beneficiar a la minoría cuando la gran mayoría utiliza otro método de transporte.
Si te has preguntado por qué en tu entidad no existe mejor infraestructura, transporte público, ciclovías y banquetas transitables, la respuesta es simple: la mayoría de los gobiernos estatales no invierten en mejorar la movilidad de los ciudadanos.
De acuerdo con un estudio realizado por Inteligencia Pública, un centro de investigación de finanzas públicas que ha realizado proyectos con el Banco Mundial, determinó que, en promedio, los estados destinaron apenas 76 pesos de recursos propios por habitante a proyectos de movilidad en 2015 y 2016. Y el dato es generoso con algunas entidades.
“La cifra promedio se eleva en buena medida porque la Ciudad de México, Jalisco y otras entidades aportaron una cantidad muy superior al tema de movilidad que otros estados”, afirmó Marco Cancino, director general de Inteligencia Pública.
La falta de interés en ese problema se refleja en sus prioridades de gasto, añadió el especialista, pues en el periodo señalado los gobiernos locales gastaron en promedio 219 pesos por habitante para cubrir gastos de materiales y tres mil 278 pesos para solventar sus nóminas de servidores públicos.
Marco Cancino, director general de Inteligencia Pública. “Hay un tema evidente: a la mayoría de los gobiernos estatales les vale la movilidad de los ciudadanos”.
El estudio de Inteligencia Publica halló que Oaxaca es la entidad que menos destinó recursos propios, es decir, aquellos procedentes de la recaudación local, a proyectos de movilidad, con apenas un peso por habitante en 2015 y 2016. Nayarit y Querétaro dispusieron dos pesos; Yucatán, tres pesos; San Luis Potosí y Quintana Roo, cinco pesos, y Guerrero, seis pesos. El centro de investigación resaltó que no se trata de un asunto de tamaño de la población o de la recaudación, sino de voluntad presupuestaria y política, por ejemplo, el Estado de México financió con solo nueve pesos por habitante proyectos de movilidad en el periodo señalado.
Por el contrario, la Ciudad de México es quien más recursos destinó a proyectos de movilidad, con 885 pesos percápita, seguido de Jalisco y Sonora, con 301 y 290 pesos, respectivamente.
El estudio de Inteligencia Pública comprende dos mil 537 proyectos llevados a cabo en 2015 y 2016, últimos años para los cuales se cuenta con una cuenta pública dictaminada en todas las entidades federativas.
La pregunta es, ¿queremos que nuestros impuestos sean utilizados de esta
manera o haremos algo para exigir mejor transporte, mejores banquetas, carriles confinados y dejar de jerarquizar al automotor particular?