A través de nuevos documentos del caso Odebretch se dio a conocer que existió un nuevo beneficiario de los sobornos pagados, distinto a Emilio Lozoya, presuntamente, a cambio de obras en la refinería de Tula.
Se sabe que a través de un sistema secreto llamado “Drousys”, la empresa Odebrecht asignaba a cada beneficiario de los sobornos un código secreto para ocultar su identidad. En el caso de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, su código era “Salvador”, según sostienen múltiples documentos del expediente, en Brasil.
Presuntamente, de los 10 millones 387 mil dólares que el departamento de sobornos destinó a México entre 2012 y 2014, sólo 3 millones 150 mil dólares tienen como destinatario a “Salvador”, como supuestamente es era conocido Lozoya, quien, se encuentra preso en España esperando juicio de extradición, negando haber recibido sobornos.
Otros 5 millones 620 mil dólares se asignaron a otro personaje no identificardo, mismo que en el sistema Drousys se le dio el código de “Latino”, y del millón 617 mil dólares restante, aun no se precisa quién fue el destinatario.
En los documentos consultados por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), no se encuentra la identidad de “Latino”, únicamente esa información es conocida por los exdirectivos de la constructora brasileña.
Una posibilidad relacionaba a Rodrigo Tacla Durán, abogado brasileño que era utilizado por Odebrecht como intermediario de pagos de sobornos en el extranjero, pero el mismo Tacla negó conocer los pagos ilegales realizados a Pemex, a través de un cuestionario que se le fue enviado.
Los documentos a los que tuvo acceso MCCI forman parte de la “División de Sobornos”, perteneciente a un investigación coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en Inglés).
Gracias a un acuerdo de culpabilidad con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Odebrecht ha confesado que la División de Operaciones Estructuradas “funcionó efectivamente como un departamento de sobornos”. Y esa área fue la que desarrolló y manejó la plataforma Drousys, a la que tuvo acceso MCCI.