El día de ayer, el expresidente Felipe Calderón Hinojosa afirmó que «México Libre» será la única oposición posible para el presidente Andrés Manuel López Obrador y Morena, esto al asegurar que su organización se convertirá en partido político.
Durante la Asamblea Nacional Constitutiva de dicha organización, Calderón dijo que se convertirán en la única opción política «que equilibrará al país y podrán ver en nosotros una opción diferente, ¡la única posible que puede salvar a nuestro querido México!».
Por otro lado, también aseguró que «México Libre» contará con más de 300 mil afiliados, convirtiéndose en la mayor fuerza opositora contra el gobierno actual que busca lograr más militantes que Acción Nacional, Movimiento Ciudadano y Morena.
«México Libre» ha concluido los trabajos necesarios para convertirse en partido político, por lo que resta solicitar, de manera formal, ante el Instituto Nacional Electoral (INE), el registro como fuerza política, lo que se dictaminará hasta junio.
Además, Calderón Hinojosa, dio a conocer que el gobierno federal sintió pánico, puesto que está cerca de conseguir su registro y que incluso intentaron impedirlo.
«Hemos sufrido los embates de un gobierno autoritario, la crítica despiadada, insolente, muchas veces irresponsable, de quienes desde el anonimato, o desde la maquinaria social, o desde ambas lanzan demoledores ataques sobre nuestro movimiento y sobre nuestro honor», comentó.
Por último, dijo que su organización enfrenta «un gobierno de odio, que agrede, que insulta, que etiqueta, que apoda, que estigmatiza y hoy padece su propia virulencia”, además aseguró que México no se divide entre liberales y conservadores.
“Sabemos que México no se divide entre chairos y fifís, México es mucho más que eso y mientras que el gobierno no lo entienda, el cargo le seguirá quedando demasiado grande”, agregó.
Además, dijo que la diferencia de su movimiento con las demás organizaciones que buscan su registro como partidos es que ellos no son movidos por el corporativismo o “construidos sobre la manipulación de lo religioso”, por lo que Felipe Calderón defendió los programas sociales instaurados en su administración, que ya se encuentran cancelados, como estancias infantiles, el Seguro Popular o refugios para mujeres y sostuvo, que si un gobierno ha apoyado a los pobres fue el suyo.