En Sydney, Australia, la cadena francesa de cafeterías Metro St James, sorprendió a sus comensales cuando éstos pedían la cuenta.
El mesero que atendía a las parejas que acudían al lugar por un café, les proponía que a cambio de no cobrarles, se dieran un beso.
Las reacciones fueron grabadas para hacer un comercial de la campaña: «No queremos tu dinero, sólo tus besos».