Bernardo Arévalo de León Inaugura su Presidencia en Guatemala con Promesas de Democracia y Lucha Contra la Corrupción

Bernardo Arévalo de León fue investido hoy como presidente de Guatemala para el periodo 2024-2028 en una ceremonia en el Teatro Nacional de la capital guatemalteca, marcada por un retraso de diez horas y una transición turbulenta, incluyendo intentos de «golpe de Estado» denunciados por el nuevo mandatario desde su victoria electoral en agosto.

Arévalo, un académico de 65 años y símbolo de la lucha contra la corrupción, asumió el cargo al final de una jornada complicada, en la que estuvo en riesgo la cesión de poder del mandatario saliente, Alejandro Giammattei. Giammattei no asistió personalmente a la ceremonia, entregando los símbolos de la Presidencia al Congreso de Guatemala antes de la medianoche.

La sesión de investidura comenzó cerca de la medianoche del domingo debido a obstáculos planteados por parlamentarios de la Legislatura saliente. Este retraso provocó que varios invitados especiales, incluyendo presidentes y dignatarios internacionales, se fueran antes de que comenzara la ceremonia.

En su primer discurso como presidente, Arévalo proclamó «Nunca más el autoritarismo», destacando el deseo de los guatemaltecos de vivir en democracia y agradeciendo a instituciones como la Corte de Constitucionalidad y el Tribunal Supremo Electoral por proteger este deseo soberano.

Arévalo de León y el presidente del Congreso, Samuel Pérez Álvarez, ambos fundadores del Movimiento Semilla, representan un cambio significativo en la política guatemalteca. El nuevo presidente prometió una «nueva primavera» para Guatemala, recordando el gobierno de su padre, Juan José Arévalo Bermejo, y reafirmando su compromiso con un discurso anticorrupción.