La Embajada de Siria en Rusia confirmó que el presidente Bashar al-Assad se encuentra en Moscú, aunque no se dieron detalles sobre la naturaleza de su visita. Este viaje refuerza los lazos entre Siria y Rusia, dos aliados clave en el escenario geopolítico de Medio Oriente. Fuentes cercanas al gobierno sirio sugieren que la agenda incluye discusiones sobre cooperación militar y económica.
Esta visita coincide con un contexto internacional complejo, marcado por tensiones en la región y la necesidad de consolidar alianzas estratégicas. Moscú ha sido un aliado clave para Damasco, brindando apoyo militar desde 2015 durante la guerra civil siria, lo que ha permitido al gobierno de Assad mantenerse en el poder.
Analistas apuntan a que la reunión podría abordar temas como la reconstrucción de Siria y la inversión en sectores clave tras años de conflicto. Además, se espera que se discutan temas relacionados con la influencia de potencias occidentales en la región y la gestión de sanciones internacionales.
El fortalecimiento de esta alianza refleja los intereses compartidos de ambos países en equilibrar el poder en Medio Oriente frente a la influencia de Estados Unidos y sus aliados. La diplomacia sirio-rusa sigue siendo un pilar para el gobierno de Assad.