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Banda rumana de robos millonarios en cajeros opera en México

Proveniente de Cravoia, una pequeña ciudad de Rumania, un grupo de jóvenes con conocimientos en tecnología y un negocio de cajeros automáticos en Europa, Asia y América, colocaban dispositivos o software ilegal en los cajeros y robaban información de las tarjetas bancarias, pues eran una banda de skimmers (Skimming=Fraude).

Desde 2014, en distintos puntos turísticos de México, se encontraban estos cajeros automáticos alterados de los cuales, la banda rumana, logró robar mil 200 millones de dólares, según revela una investigación realizada por la OCCRP (Organized Crime and Corruption Reporting Project), Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y la organización Quinto Elemento Lab.

La investigación, que duró ocho meses, permitió conocer que su base de operaciones se encontraba en la Riviera Maya, posteriormente, se extendió a la zona turística de Puerto Vallarta-Bahía de Banderas (Jalisco y Nayarit) y Baja California. En marzo de 2014, la banda rumana, usando el nombre de Top Life Servicios, firmó un contrato con el banco Multiva, lo que les permitió instalar cajeros automáticos de la marca Intacash en centros turísticos, mismos que se utilizaron para clonar tarjetas de los turistas y robarles su dinero.

Multiva es parte de un conglomerado operado por Olegario Vázquez Aldir, designado en 2018 para formar parte del consejo asesor empresarial del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las tarjetas clonadas en México se utilizaban para sacar dinero en Indonesia, India, Barbados, Granada, Paraguay, Brasil, Japón, Corea del Sur y Taiwán, donde operaban los skimmers y recaudadores.

Un ex-integrante de dicha banda, quien se ha convertido en testigo de la fiscalía rumana, aseguró lo siguiente: «Controlamos alrededor de 100 cajeros con chips instalados en ellos. En promedio, cada máquina copiaba cada mes unas mil tarjetas. Retirábamos alrededor de 200 dólares de cada una de estas tarjetas. 20 millones de dólares retirados cada mes«.

Anualmente conseguían alrededor de 240 millones de dólares, este fraude continuó hasta 2019, alcanzando una cifra de 1,200 millones de dólares.

El empresario Florian Tudor, apodado como «El Tiburón”, quien reside en Cancún, fue identificado por autoridades de Estados Unidos, Rumania y México como el presunto líder de esta banda.

Por su parte, Tudor niega las acusaciones, asegurando que todo forma parte de una campaña de difamación, ya que se negó a ser extorsionado por autoridades policíacas.

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