El robo de equipo pesado en México ha experimentado un aumento alarmante del 40.7% desde 2022, destacando una creciente preocupación en el sector de la seguridad y la economía del país. Según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), la cifra ascendió de 6,695 a 9,421 unidades robadas. Este incremento no solo impacta a la industria, sino que también tiene repercusiones más amplias en la seguridad y el bienestar económico de las regiones afectadas.
Las entidades más afectadas incluyen al Estado de México, Puebla, Veracruz, Guanajuato y Jalisco. Estos estados enfrentan desafíos significativos en controlar este tipo de crimen, que afecta no solo a las empresas dueñas del equipo sino también al desarrollo y mantenimiento de infraestructura crucial. Además, el robo con violencia de vehículos asegurados también ha visto un aumento, complicando aún más la situación de seguridad pública.
Las autoridades y empresas están instando a una mayor vigilancia y medidas de seguridad, incluyendo mejoras en el seguimiento y recuperación de vehículos robados. La recuperación de vehículos robados muestra una tasa de aproximadamente 42%, una cifra que revela tanto los desafíos de la aplicación de la ley como la necesidad de fortalecer los sistemas de seguridad.
La industria de seguros juega un papel crucial en este contexto, ofreciendo coberturas que buscan mitigar el impacto financiero de estos robos, aunque también subraya la importancia de estrategias preventivas más robustas. Los seguros de vehículos se han convertido en una herramienta esencial para la tranquilidad financiera de individuos y empresas por igual.