En una reciente declaración, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, respondió a las solicitudes del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), argumentando que es «imposible» editar las conferencias matutinas, conocidas como «las mañaneras». Esta declaración surge en respuesta a las preocupaciones sobre el uso de estas conferencias para promoción política durante los periodos electorales.
El Tribunal Electoral había solicitado que se moderaran los contenidos de «las mañaneras» para evitar que se convirtieran en herramientas de propaganda política, especialmente cerca de las elecciones. Sin embargo, López Obrador defendió la naturaleza espontánea de estas conferencias y su importancia para informar al público sobre las actividades del gobierno.
En su intervención, el presidente enfatizó que las conferencias son un ejercicio de transparencia y comunicación directa con los ciudadanos, y que editarlas comprometería este principio. Además, destacó que cualquier intento de edición sería no solo impráctico sino también una censura a la libertad de expresión.
El debate sobre «las mañaneras» no es nuevo, ya que diversos grupos políticos y organizaciones civiles han expresado su preocupación por el posible impacto de estas en la equidad electoral. El TEPJF ha indicado que seguirá monitoreando el contenido de las conferencias para asegurar que se respeten las normativas electorales.
Este diálogo entre la presidencia y el Tribunal Electoral subraya la tensión continua entre la administración actual y las autoridades electorales, en un momento en que México se prepara para futuras elecciones. La situación sigue siendo un punto focal en los debates sobre la política y la democracia en México.