El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó su profunda consternación por la reciente masacre en una posada en Salvatierra, Guanajuato, donde al menos 12 jóvenes y menores de edad perdieron la vida. Calificando el suceso como un «crimen atroz», el mandatario no descartó el consumo de drogas como una línea de investigación clave en este lamentable incidente.
En respuesta a las preguntas sobre el posible móvil relacionado con las drogas, López Obrador reconoció que se está trabajando en esa dirección, aunque destacó la complejidad del asunto. Subrayó que en regiones donde hay un mayor consumo de drogas, como Guanajuato, se tiende a observar más violencia y homicidios, en contraste con otros estados como Jalisco, Oaxaca o Yucatán.
El presidente se abstuvo de adelantar cualquier hipótesis, señalando que la investigación aún está en curso y es manejada principalmente por el gobierno de Guanajuato y su fiscalía. Sin embargo, expresó su solidaridad y envió un abrazo sincero a los familiares de los jóvenes víctimas de este ataque.
López Obrador también mencionó que, aunque la Federación no ha recibido una solicitud formal de apoyo en la investigación, es su obligación ayudar en todo lo posible. Resaltó que Guanajuato requiere de un trato especial debido a su problemática estructural y a la historia de crecimiento del crimen organizado y el consumo de drogas en la región.
Finalmente, el presidente hizo un llamado a analizar cómo y por qué se permitió el incremento del consumo de drogas y la organización de grupos criminales en el estado. Comparó la situación con Estados Unidos, donde el consumo de drogas es un problema principal, y enfatizó la necesidad de abordar la crisis como un asunto social, más allá de las medidas coercitivas, poniendo especial atención en la desintegración social y el abandono de los jóvenes.